A principios de año la italiana traspasó un paquete de activos a Transelec que, junto con la ampliaciones de cuatro troncales, la obligaron a desembolsar casi US$50 millones.
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Un riguroso proceso de venta de activos no estratégicos está llevando adelante la controladora de Enersis, la italiana ENEL, en Chile, y que afecta tanto a sus operaciones directas como indirectas.
A principios de año, la firma italiana había dado órdenes a sus administraciones de vender todo activos que se considere “prescindible”, tanto en sus sociedades que controla directamente -como Enel Green Power (EGP)- como indirectamente, como es el caso de Endesa Chile, controlada por el holding Enersis Chile.
Los primeros pasos los dio la filial de generación Endesa Chile, con la venta de su participación del 20% en GNL Quintero a la española Enagás por unos US$200 millones, que le siguió la contratación de un banco para buscar interesados en su participación de 42,5% en Electrogas, cuyo principal activo es un gasoducto que se extiende entre la Región Metropolitana y la V Región.
En el caso de la filial de energías renovables EGP, la venta de activos no estratégicos se plasmó en aquellas líneas de transmisión dedicadas, que sirven para transportar la energía eléctrica desde las centrales de generación a las líneas troncales.
En este sentido, a principios de año la renovable le traspasó a la mayor transmisora de Chile, Transelec un paquete de activos de transmisión, que junto a la ampliación de cuatro troncales la obligaron a desembolsar casi US$50 millones.
Esto fue informado en los propios estados financieros de la compañía. “Durante el primer trimestre del año 2016, la Compañía incorporó US$47,1 millones de nuevas instalaciones, que corresponden a cuatro ampliaciones troncales y a la adquisición de un paquete de activos de transmisión de Enel Green Power”, indicó Transelec.
Si bien el proceso de ventas de activos no ha terminado aún, ni EGP ni Endesa Chile reportaron estas operaciones en sus últimos balances.
Según fuentes al tanto de los procesos de venta, el plan de ENEL tiene dos objetivos: hacer caja y volver a concentrar a la administración en el negocio “core” de las empresas.
El primer punto se enmarca en el plan de estratégico de cara a 2020 que lleva a delante la italiana, el cual dentro de sus objetivos tiene reducir la deuda superior a los €37 mil millones registrada a finales de 2015 para lo cual ha enajenado activos a lo largo de todo Europa y parte de América Latina.
Además, la controladora de Enersis está llevando un plan de reestructuración regional que busca dividir los activos chilenos de los del resto de Latinoamérica, con la promesa de elevar las sinergias, mejorar el manejo del negocio y flexibilizar la estructura.
Dicha reestructuración está en pleno proceso y su última fase -la fusión de los activos latinoamericanos- será votada por parte de los accionistas en la próxima junta extraordinaria que se realizará el próximo 28 de septiembre.
Fuente: Pulso www.chileenergias.cl
